Aunque en el Altiplano de Granada se ha producido un importante despegue económico y social en los últimos 20 años, éste ha sido menor que en otras regiones, y continúa siendo una de las zonas más desfavorecidas del Estado.
El envejecimiento de la población, la baja tasa de natalidad, y el desplazamiento de la población joven a zonas laboralmente más interesantes, han provocado una ralentización del crecimiento económico de toda la comarca general, y de esta localidad en particular.
La economía de Castilléjar se basa en la agricultura, la ganadería y el comercio sabatino de ganado y productos agrícolas.
La agricultura de secano ocupa la mayor parte de la superficie agrícola, aunque los cultivos del olivar y del almendro representan otro sector importante.
La cabaña ganadera más abundante es la ovina, destinada al consumo alimenticio. Existe un cierto crecimiento en el sector de la construcción y los servicios, y un todavía débil y escaso desarrollo industrial, representado sobre todo por algunos talleres de confección, fábricas de embutidos y granjas avícolas.
Castilléjar posee en cambio un gran potencial turístico actualmente en proceso de desarrollo, y que comienza a dar sus frutos a las empresas implicadas en este sector.
Otro rasgo de la economía local es el ahorro que constituyen para las familias la crianza tradicional del cerdo, el cultivo del huerto familiar, y la aportación de ingresos proporcionados por la explotación de alamedas.
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